Una tortilla de alcachofas para cenar una noche cualquiera de la semana, acompañada de una ensaladita y un poco de pan, pinta genial. Es un plato rápido y sencillo, idóneo para los días que llegamos agotados de trabajar.
En primer lugar, quitamos las hojas duras de las alcachofas y dejamos sólo los corazones. Estos corazones los cortamos en láminas bastante finas y las salamos al gusto. Las ponemos en una sartén con aceite bien caliente y las dejamos freír hasta que se doren. Cuidado porque, al ser tan finas, se pueden quemar fácilmente.
Batimos los huevos con un poco de sal al gusto y sacamos las láminas de alcachofas de la sartén para mezclarlas con éstos. Ponemos un poco más de aceite en esta sartén y cuajamos la tortilla hasta que quede en el punto que nos gusta, dándole la forma que queramos.
CONSEJO: Si queréis, podéis acompañarla de salsa rosa que, además, si servís la tortilla de alcachofas con ensalada, esta salsas es perfecta para ambas.