Puding de pan dulce

Este puding de pan dulce es digno de ser el postre de un domingo en familia y lo que sobre para la semana, si es que sobra. Tiene una textura esponjosa y una sabor dulce que no llega a empalagar, así que el resultado es muy bueno.
En un recipiente grande colocamos los restos de pan dulce. En otro recipiente, disolvemos el azúcar con la leche caliente, la esencia de vainilla y la ralladura de limón. Lo removemos bien para que los ingredientes se integren y, cuando ya esté listo, lo añadimos a las migas de pan dulce. Con ayuda de un tenedor lo vamos desmenuzando para que quede bien integrado.
En otro recipiente aparte, batimos ligeramente los huevos, con la mantequilla derretida y el coñac. Cuando esté listo, lo añadimos a la mezcla anterior y lo mezclamos bien.
Colocamos la mezcla en el molde elegido y lo ponemos al baño maría. Lo cocinamos en el horno precalentado a 180º durante 35 o 40 minutos aproximadamente. Siempre se puede hacer la prueba de que el cuchillo salga limpio al meterlo en la masa para saber si está listo.
Lo dejamos enfriar muy bien en la nevera antes de servirlo y le echamos caramelo por encima.