La pasta con setas es uno de mis platos preferidos después de haberlo comido un montón de veces en Italia cuando estuve viviendo allí, y también porque ahora soy mucho más manitas en la cocina, que eso se nota.
Se lavan las setas con abundante agua, y esto es muy importante, y se secan con papel absorbente. Se trocean al gusto con un cuchillo bien afilado y se saltean un poquito en una sartén con una pizca de aceite.
En una cacerola con agua abundante y sin sal, se cuece la pasta hasta dejarla en el punto que guste. Una vez lista, se cuela y se escurre bien.
Una vez que las setas hayan cogido un poquito de color y la pasta esté cocida, se mezcla todo en la sartén a fuego lento durante un par de minutos con un poquito de pimienta negra molida y de perejil. A la hora de servirlo, se echa un poquito de aceite de oliva.