Una rica bebida que siempre solemos tener en casa y que os voy a decir cómo elaborarlo vosotros mismos es el limoncello casero italiano que está muy bueno y fresquito después de una copiosa cena o comida, nos ayudará en el proceso de la digestión. Además, gracias al sabor a limón que nos deja en boca, no podremos tomar solo uno. Es sencillo de preparar, yo siempre que lo hago, suelo hacer para llevar varias botellas.
Lo primero que haremos será pelar los limones teniendo mucho cuidado de solo poner la parte verde de la piel. La parte blanca que os pueda quedar es preferible quitarla con la punta de un chuchillo, ya que éstas amargan. A continuación pasaremos en un tarro de cristal las peladuras de limón y las cubriremos con alcohol de boca. Es importante que utilicemos este tipo de alcohol. Seguidamente dejaremos que el limón se empape bien y seguidamente añadiremos alcohol hasta doblar la cantidad.
Después taparemos bien el recipiente y lo dejaremos reposar durante siete días en un lugar oscuro y fresco dándole unas vueltas cada dos días.
Pasada una semana, vaciaremos el recipiente con un colador dentro de un bol. Es preferible colarlo un par de veces para que se vayan todas las impurezas del limón. Mediremos la mezcla en esta receta, a mí me ha salido un litro y medio de alcohol.
Ahora tenemos que preparar el jarabe para esta cantidad de alcohol. Pondremos en una olla grande de acero inoxidable, ya que el aluminio no nos serviría, el agua embotellada y le añadiremos el azúcar. Lo pondremos al fuego y cuando empiece la ebullición, lo dejaremos hervir durante diez minutos.
Dejaremos enfriar el jarabe ya que no se puede mezclar el alcohol con el jarabe caliente. Una vez bien frio.
Finalmente lo mezclaremos todo y embotellaremos nuestro limoncello casero italiano bien tapado.
Se sirve muy frio ¡Buenísimo y refrescante!