A la hora de la cena es cuando suelo preparar unas empanadillas, y lo hago así ya que solemos cenar delante del televisor, viendo alguna serie o película, por lo que es preferible que no usemos ni tenedor ni cuchillo, y comer directamente con las manos. La verdad es que estas empanadillas que os explico a continuación son deliciosas, y te puedes plantear hacerlas incluso de aperitivo.
En primer lugar juntamos el agua con el aceite y el vino y un pellizco de sal en un cazo y se pone al fuego, llevándolo casi hasta el punto de ebullición. En este momento echamos la harina de golpe y lo removemos enérgicamente con una cuchara de madera. Cuando la mezcla sea homogénea, la dejamos reposar durante una media hora.
Pasado ese tiempo extendemos la masa con el rodillo sobre una superficie lisa e enharinada, hasta que nos quede bien fina. Con la ayuda de un vaso ancho o de un molde, se cortan círculos, para rellenarlos luego.
Con la masa hecha ahora preparamos le relleno, que constará en un sofrito de cebollita, tomate, guisantes, piñones atún, vamos, lo que más nos apetezca. O simplemente cebolla bien pochada, incluso unas espinacas que hayan sobrado de la noche anterior con unas pasitas piñones y ajos fritos.
Una vez formadas las empanadillas, las pintamos con huevo batido y las llevamos a que se hagan al horno a 180º hasta que estén doraditas.
En ese momento se sacan las empanadillas del horno y ya están listas para comer.