El curry es el nombre que se le da a algunos platos de Occidente que están conformados por especies de fuerte sabor y que son muy picantes. El curry está formado por una mezcla de varias especias que, por ejemplo, en la India sirve para añadir a algunas salsas o estofados. ¡A mí me encanta! pero el problema viene cuando a una persona le gusta el sabor pero, o no le gusta el picante o no lo puede tolerar. Por eso yo os traigo la receta para elaborar un curry que no pique. Si estáis interesados, coged papel y lápiz y ¡a cocinar!
Lo primero que os diréis es que es un curry muy rápido. En primer lugar se sofríen todas las especias junto con el ajo en un poco de aceite, a fuego muy lento para que no se quemen las especias. Es importante que entren en calor para sacar toda su aroma, pero no quemarlas
Después se echa la pimienta verde en daditos y se sofríe, removiendo todo el tiempo
A continuación se corta los filetes en tiras y se rocía con el zumo de limón. Seguidamente se echa a la sartén, se sube el fuego y se sofrie todo hasta que el pollo haya cogido color
Luego se añade la leche de coco, un par de gotas de edulcorante (se puede usar azúcar), la salsa tamari, la estrella de anís y los anacardos. Se mezcla todo muy bien, se baja al fuego mínimo y se tapa. Hay que dejarlo hacer durante un cuarto de hora.
Finalmente y pasado el tiempo, el curry que no pica estará listo y lo podremos de servir con arroz basmati.
¡Buen provecho!
CONSEJOS:
-Como ya he dicho este fue un curry exprés.
-Si hubiese tenido cebolla habría echado justo antes de añadir el pimiento verde.
-Y si hubiese tenido yogur natural sin azúcar, también habría echado, justo antes de apagar el fuego, pues le da un toque agrio muy agradable que contrasta el dulzor del curry.
-Y si queremos un curry picante (en mi caso el de ayer no lo hice así porque a mi marido le sienta mal), basta con echar media cucharadita de cayena y/o hojuelas de pimientitos picantes.