La crema de calabacín con cebolla y puerro es una de las miles de formas que hay de hacer este puré. No llega a ser un puré como tal porque tiene una textura mucho más fina y diferente, aunque puedes variarla si no te gusta.
En una cacerola pequeña y cómoda, pon el aceite a calentar a fuego medio. Una vez listo el aceite, echa el puerro y la cebolla picados, y déjalos sofreírse hasta que se pochen. Una vez listos, añades la patata y el calabacín a la cacerola, ambos pelados y picados en trozos no muy grandes. Lo cubres de agua, le pones sal al gusto y lo dejas cocer todo junto.
Una vez listo, pasa una batidora eléctrica hasta conseguir una crema de calabacín con cebolla y puerro fina y homogénea. Antes de servirla, no te olvides de probarla de sal, no vaya a ser que ésto sea lo que estropee tu plato.